En estos días de tanto calor, seguro que lo que más te apetece es irte a la playa a darte un buen chapuzón en el mar y disfrutar del sol en una hamaca escuchando el ir y venir de las olas. En este artículo te damos 10 consejos para que protejas tu piel durante la exposición al sol y consigas un bronceado sano y duradero.

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1. Exfolia tu piel antes de tomar el sol. Así conseguirás un bronceado más uniforme y duradero, puedes recurrir a una crema exfoliante o a un guante vegetal.


2. Evita el sol al mediodía. Si tienes pensado ir a la playa o realizar actividades al aire libre, es preferible que evites las horas centrales del día (de 12 del mediodía a las 3 de la tarde) para evitar quemaduras en la piel.


3. Protege tu piel adecuadamente. Es fundamental que uses crema solar con un factor de protección adecuado a tu tipo de piel y a la intensidad de los rayos UVA. Durante las primeras exposiciones al sol, es recomendable que utilices un factor alto (de 25 a 50 según tu tipo de piel). Cuida especialmente con un factor más alto las partes que normalmente no están expuestas al sol, cómo el abdomen o la espalda, ya que la piel es más sensible y por tanto más propensa a quemaduras. A la hora de elegir tu crema, asegúrate de que ésta tiene además un filtro adicional contra los rayos UVA, que son los que provocan daños a largo plazo. Recuerda aplicar la crema 30 minutos antes de tomar el sol y renovarla de forma periódica, cada dos o tres horas.


4. Protégete desde el interior. Si eres especialmente sensible al sol, te recomendamos reforzar tu protección consumiendo alimentos que contengan antioxidantes adicionales. Por ejemplo, el betacaroteno, presente en alimentos cómo la zanahoria, el melón o las espinacas,  y la vitamina E, ayudan a reducir la sensibilidad de la piel y aumentar la resistencia al sol, así como a aumentar la duración de tu bronceado.

1. Evita usar productos con perfumes y alcohol. Evita el uso de desodorantes y perfumes que contengan alcohol para ir a la playa, ya que pueden causar manchas oscuras en la piel.


2. Aumenta las exposiciones al sol de forma progresiva. Aunque nos atraiga la idea de tumbarnos al sol durante horas y horas como un lagarto, ten en cuenta que las exposiciones deben aumentar de forma progresiva. Unos, 15-20 minutos el primer día, preferiblemente en movimiento, 30 minutos el segundo día, y así sucesivamente.


3. Utiliza gafas de sol. Los ojos necesitan una protección adecuada, por lo que es muy importante usar gafas de sol homologadas. Si tienen una etiqueta con las siglas CE (Comité Europeo) significa que son apropiadas para proteger los ojos del sol y que cumplen las directivas europeas, y pregunta qué categoría de filtro tienen, la número 4 es para un brillo más alto y una protección mayor, así que son perfectas para la playa en verano.